Bibliografía Vial



AVENIDA FRANCISCO I. MADERO

“Ubicados en el plano de la Colonia Centro, orientado hacia el Noreste encontramos el centro histórico; dentro de su Perímetro “A” localizamos por el Oeste la Avenida Francisco I. Madero; de Sur a Norte, de Ignacio López Rayón hasta José Montesinos. Sin embargo, comprende desde la avenida González Pagés hasta la calle José Montesinos; Siguiendo la orientación, atraviesa Melchor Ocampo (lado derecho), Francisco Canal, privada Cayo Hueso (lado derecho), Esteban Morales, el Parque a la Madre y callejón 10 de mayo (lado derecho), Mariano Arista, Aquiles Serdán, José Mario Molina Pasquel y Enríquez, Manuel Gutiérrez Zamora, Miguel Lerdo de Tejada, Callejón Sebastián Holzinger (lado derecho) y Parque Ciriaco Vázquez (lado izquierdo), Benito Juárez , José M. de Emparan y Constitución. Cuenta con dos carriles para el tránsito vehicular, en determinados tramos, para estacionamiento de Parquímetros; el tráfico vial va de Sur a Norte. A través del tiempo, esta avenida ha tenido los nombres: La Puerta de México, Tumba Tres, de Loreto, Punta de Diamante y de Santa Bárbara.
Siguiendo con la nomenclatura asignada en el centro histórico tenemos la avenida Francisco I. Madero, por el empresario, escritor y político mexicano Francisco Ignacio Madero González, opositor al régimen de Porfirio Díaz y quien se desempeñó como presidente de México del 6 de noviembre de 1911 al 19 de febrero de 1913. Francisco I. Madero nació en Parras, Coahuila el 30 de octubre de 1873, perteneció a una familia acaudalada. Para 1904, difundía sus ideas sobre los derechos humanos, el voto y la libertad a través de artículos periodísticos. Tuvo un papel importante en la historia de nuestro País, el 5 de octubre de 1910 lanzó el Plan de San Luis, que rechazó la reelección y convocó a derrocar al dictador; el pueblo mexicano respondió al llamado de Madero y se lanzó a la lucha armada el 20 de noviembre de 1910. El Maderismo fue el primero de los movimientos que conformaron la Revolución Mexicana, su objetivo principal era lograr la regeneración democrática de México a través del sufragio efectivo, no reelección de los funcionarios públicos. Traicionado por Victoriano Huerta, fue encarcelado y obligado a renunciar a la Presidencia de la República, siendo asesinado el 22 de febrero de 1913. Autor del libro “La Sucesión Presidencial de 1910”. A Francisco I. Madero se le conoce como El Apóstol de la Democracia. ”.